miércoles, 13 de noviembre de 2013

Puebla de los Ángeles. Ciudad con ecos del pasado

Después de un tiempo de ausencia, decidimos regresar a visitar esta ciudad que encanta desde el primer momento por sus majestuosas construcciones y arquitectura, que revela diferentes momentos de la historia de este lugar...

¿Cómo llegar al Centro Histórico?
Como buenos mochileros, seguramente se accedera desde la Central de autobuses, que localmente se conoce como CAPU. Ahí se tienen dos opciones, utilizando los taxis seguros cuyo slogan se puede leer "seguridad y honestidad", y el costo varía entre 35 y 40 pesos.
La segunda opción es tomar los camiones urbanos. Estos parten desde la misma Central y estan organizados en diferentes rutas. A pesar de que hay carteles informativos sobre los destinos de las distintas rutas, el abordar uno de estos camiones es toda una aventura. Como en casi toda ciudad de México, es un  transporte que quedó atrapado en el tiempo: grandes, ruidosos y nada cómodos, aunque te ameniza tu viaje con la música de moda local, en nuestro caso nos tocó escuchar la sutil canción de la chica del tubo.
Varias de las lineas dicen centro y jamás entendimos cuál de las rutas era la que nos llevaba a un lugar cerca del Centro Histórico. Recomendación: hay que ser muy insistentes en que tu destino es el centro de la ciudad porque los choferes responden ausentes que si aunque te dejen a 10 cuadras de distancia, la mejor opción es preguntar a los propios pasajeros que de forma amable seguro te dicen cómo llegar.
El costo es de 6 a 7 pesos por persona.

¿Dónde hospedarse en Puebla?
En el centro histórico hay varios hoteles y hostales cuyos precios y servicios varían, dependiendo de la ubicación ya que cercanos al Zócalo incrementan su precio en tarifas mayores a los 500 pesos. En nuestro caso, afortunadamente llegamos al Hostal Santo Domingo ubicado a 3 cuadras del Zócalo. Llamativo por tratarse de una casona de inicios de siglo, con un costo cordial por un muy buen servicio que incluye desayuno continental, que te mantiene sin hambre hasta el atardecer, acceso a una hora de internet o conexión WiFi y juegos de mesa, de los cuales solo sobrevive un desvencijado ajedrez. Buena opción para quien busca un lugar limpio en un espacio centenario.
Periódico de 1935 pegado en la ventana
de madera de la habitación

Lugares que no te debes de perder
Habiendo conocido con anterioridad el lugar, nuestra primer parada fue la Plaza de los sapos, que en el fin de semana esta inundada de nostalgia por la venta de antiguedades. Ahí puedes encontrar un sinfin de objetos tan peculiares como extravagantes: charolas con imagenes de pato pascual, antiquisimas fotos de familiares olvidados, juguetes de hace tres décadas o más, que te hacen sorprender y recordar que en algun momento los conociste en uso.
Imposible salir de este bazar sin algo. Los precios eso sí costosos, ya que se sabe lo que se tiene, incluso los vendedores que como antucuarios te narran la historia de los objetos.
En partícular, nos encantaron los muebles de tipo rústico vendidos en una casona, reciclando longevas maderas de muebles más antiguos, así puedes ver una mesa estilo moderno en que se reutiliza una puerta de inicios de siglo y a costo muy bajo, lástima que el mueble que nos gustó no cabe en nuestra mochila.

La Pasita

De ahí nos dirigimos a la cantina con más tradición de Puebla. La Pasita, desde 1916. Lo importante ir al establecimiento original ya que frente a la plaza de los sapos se encuentra una estrecha sucursal, en nuestro caso preferimos visitar el local ubicado a tres cuadras, que se caracteriza por ese singular ambiente que tienen las cantinas de antaño, que datan de la década de los 20's y 30's.



"Para ser bueno en los amores, beber pasita señores".
Entre el pintoresco arreglo que rodea las sobrias mesas, encontramos desde caricaturas políticas, un eficiente detector de mentiras (marioneta de pinocho colgada sobre la barra), un pez invisble que se vislumbra dentro de una pesera vacía, y el cerebro de salinas, que puedes ver por medio de una lupa, y el gran reto de la pasita "50 mil pesos a quien logre beber 100 pasitas". De ahí el recuerdo plasmado en el periódico de un gallardo y audaz hombre que en los 50's intentó superar el record...¿Lo habrá logrado?.
Puedes elegir entre mas de diez bebidas tradicionales, teniendo como bebida principal la pasita, todas a un costo de 20 pesos.
Tradición, humor y el mejor sabor de boca, en este rincón de Puebla.


Cantona, ciudad prehispánica, isla lejana

Cantona fue una ciudad que compitió con la grandiosa Teotihuacan, sobrevivió al gran colapso de las ciudades clásicas de Mesoamérica, y se consolidó como la principal urbe de la región poblana.
Motivos para visitar Cantona. Existen varias razones para aventurarse a conoceCantona. El primero de ellos es que se trató de una ciudad urbanizada. Su traza es sorprendente, todos los conjuntos de casas, sus barrios y sus centros ceremoniales están perfectamente organizados a lom largo de extensas avenidas que comunican a un sinfin de calles y callejones que recuerdan a las ciudades de medio oriente. Basados en este sistema de calles, los departamentos y las casas gozaban de privacidad, que los aislaba del bullicio urbano.



Segunda razón. Es el sitio arqueológico con más juegos de pelota en todo Mexico antiguo. El ritual de juego de pelota era una estrategia ritual y política para incrementar el poder o minimizar el conflicto entre ciudades rivales. Cantona contó con más juegos de pelota que cualquier otra ciudad en la historia prehispánica.
Tercer motivo. El surgimiento de esta ciudad en medio de una zona de derrame de basalto, conocido como malpaís, otorga un paisaje espléndido. Todo el horizonte está cubierto por un bosque de palmas o izotes, paisaje custodiado por el volcán Pico de Orizaba.

¿Cómo llegar a Cantona?

¿Cómo llegar? Excelente pregunta. Primero hay que prepararse para una larga travesía. En Puebla, no hay información turística para visitarla.  Es algo que no entendíamos al iniciar el viaje.
 En automovil, el acceso es relativamente sencillo, se toma la autopista Puebla-Jalapa, saliendo en la caseta del camino libre a Perote, en una viaje de una hora 30 minutos.
Pero el viaje como mochilero es otra historia.
Se debe tomar un autobus en la terminal CAPU con dirección a Oriental (se trata de una población al oriente del estado, y no un lugar con personas de ojos rasgados y conn alimentación tendiente al arroz).  El costo es de 53 pesos, y el tiempo de viaje es de dos horas.
El camino deja atras varias poblaciones con restos abandonados de haciendas, y se interna en la zona oriental, cruce de regiones que conecta el valle poblano con la tierra fría veracruzana, el altiplano tlaxcalteca y la huasteca hidalguense. Es la razón por la cual Cantona fue construida aqui.
El autobús te deja en Oriental, que es un páramo solitario. Las guías que consultamos, todas ellas de internet, nos recomendaban tomar un colectivo hacia el poblado de Tepeyahualco, con costo de 7 pesos. Efectivamente en la esquina del paradero de autobuses se encuentran las combis que van a este poblado. Sin embargo al abordarlo con nuestra guía de turistas en mano, el operador nos dijo que el costo por persona era de 40 pesos solo al pueblo de Tepeyahualco, que dista a  14 km todavia de la zona arqueológica. La recomendación es que soliciten enfáticamente un servicio de colectivo o esperen a que alguien aborde el vehículo para evitar conflictos.
Ante el elevado costo y el "amable" trato al turismo, indagamos sobre el costo del colectivo a la población, sorprendentemente nadie conocía el costo y se desconocia la distancia de este poblado. En ese momento nos vimos en medio de una población desconocida de la que no había transporte directo a la zona arqueológica.
Por un momento dudamos en continuar, pero en ese momento, llegó al lugar un destartalado vehículo en cuyo parabrisas se leía Cantona, algunas personas del pueblo nos señalaron que ese nos llevaba a la zona arqueológica, preguntamos al chofer y nos dijo que el nos podría llevar hasta Cantona por la módica cantidad de 20 pesos por persona.






 



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