domingo, 31 de agosto de 2014

Querétaro

Santiago de Querétaro



Santiago de Querétaro reconocido por su centro histórico declarado patrimonio cultural de la humanidad por su arquitectura de los siglos XVII y XIX es un destino obligado para un mochilero.


Desde la Ciudad de México hay varias líneas de autobuses que parten desde la terminal del norte. Por nuestra parte recomendamos primera plus que cuenta con wi fi a bordo, baños para hombres y mujeres y televisión por pasajero, muy confortables económicos y con constantes salidas. Al arribar a Queretaro hay servicios de taxis que por 50 pesos te llevan al centro histórico, no obstante te recomendamos cruzar la calle y en el mercado al frente de la terminal tomar el servicio de camiones urbanos que por 6.50 pesos te lleva a la Alameda.
Un amplio parque arbolado que cruzaras para adentrarte a las primeras calles históricas. 

La ciudad fundada sobre una cabecera indígena Otomi de nombre Tlachco, te envuelve con una leyenda que incluye a Conin, gobernante indígena, la batalla con los españoles y el descenso de Santiago para la fundación de la ciudad colonial.

Dónde hospedarse

Pese a lo que pudiera pensarse, no hay muchos lugares para hospedarse en el Centro Histórico. Hay varios hoteles como el Hidalgo, Casa de la Marquesa y Mesón de Santa Clara cuyos precios varían de 600 a 1500 pesos por habitación doble. Para los mochileros poco exigentes hay algunos hostales económicos. Pero también hay hoteles agradables y sumamente económicos en la pintoresca cerrada de Matamoros y el hotel Colonial en la Calle Juárez Sur, en pleno centro histórico.


Qué visitar

Podrás conocer el Templo y Ex-Convento de la Santa Cruz, con las curiosas espinas en forma de cruz que crecen en un agreste matorral en los patios del convento; el acueducto que da renombre y trajo el agua potable a la ciudad en tiempos de la Colonia; y la plaza de la “fuente de los perritos”, en realidad monumento de agua dedicado al Marqués de Villa del Villar (¡y a sus perritos!) ubicado frente a la casa de la Corregidora, actualmente Palacio de Gobierno.


Pero también debes recorrer las calles y perderte en este centro histórico que tiene sinfín de rincones. Camina siguiendo la ruta de las fuentes, depósitos que colectaban el agua y donde en antaño la gente de Querétaro buscaba en jarros el agua potable para sus casas. 



Piérdete en los intrincados decorados barrocos de los templos  de Santa Clara y el de Santa Rosa de Viterbo; en este último refréscate con una exquisita nieve de vino tinto en el Restaurante y museo de vino Finca VAI, a la sombra de los frondosos árboles de la plaza.



Para el buen comer y beber

La mayoría de las reseñas en línea ofrecen recomendaciones de lugares  como el Bar San Miguelito la Antojería de las Casa de los Cinco Patios o las Gorditas de Santa Clara. Pero, con solo caminar un poco podrás percatarte que Querétaro ofrece una infinidad de opciones a precios muy económicos, desde variados cafés, comida tradicional queretana, hasta restaurantes con comida francesa, italiana o vegana. Lo importante es caminar y percatarte de los suculentos rincones llenos de aromas. 
Por nuestra parte recomendamos las gorditas, tan típicas queretanas, de migajón (chicharrón prensado) y requesón, en especial de la calle Juárez norte,  del negocio Gotita de Agua, que tiene una salsa de molcajete que te hará regresar. Acudimos a las Gorditas de Guerrero, de gran tradición y ubicadas frente al parque del mismo nombre, aunque para llevarnos un sin sabor: las gorditas son menudas, con poco relleno y nos la cobraron a un precio mayor al que estaba señalado en el propio negocio. Así que salimos desencantados. El renombre debe estar precedido por sabor y buen servicio.

Como siempre en nuestros viajes, buscamos los locales de tradición para beber. Un lugar nuevo, pero con bebidas milenarias, es La Manceba, donde además de que puedes pedir platillos sencillos pero de excelente sabor, hay una enorme variedad de curados del pulque que se produce en este valle.



"Más de sesenta años de tradición"
Así reza un periódico memorial enmarcado en una pared, junto a una extensa galería de arte. 
Una piñata del santo, una barra, pocos bancos en un angosto lugar, amenizado por la plática de los comensales cotidianos y un diploma de haber concluido un curso de micheladas, te indican que estás en Don Amado. Es una cantina-galería y casa de la famosa prodigiosa,  un licor de hierbas que al beberla hay un golpe de esencias en tu cuerpo. La sirven con tehuacan  con hielo para que suavice el trancazo, que si bien es fuerte, es rico, se disfruta.


La prodigiosa

Tan vasto, tan lleno de historias y de detalles, de sabores, artesanías, leyendas y colores, que necesitarás de varios días para conocer este maravilloso centro histórico.


domingo, 6 de julio de 2014

Palizada, Campeche


Palizada, poblado entre ríos y pantanos




En medio de zonas pantanosas y a la vera de un río, se construyó un poblado en 1835, desafiando a la agreste naturaleza. Su origen, en tan remoto lugar, se entiende en su nombre, Palizada, debido a que en el río, obstinados comerciantes soltaban troncos para que la corriente los condujera hasta la Laguna de Términos, donde se recogían y embarcaban a Europa. Pero ¿qué hacía tan especial a estos troncos que significaba tanto trabajo y penurias? Eran los árboles de tinto, o palo de Campeche, del cual se obtenía un codiciado añil.

Esto significó un auge en Palizada que se ve reflejado en su arquitectura de finales de siglo XIX, con toques franceses, y colorido mexicano. Hay casas espaciosas con patio interior, pórticos con columnas, y techos imposibles, coronados con fantástica teja francesa.
 
 

¿Qué visitar?

Un paseo por el malecón permite admirar el contraste de colores con el apacible río, resultando una experiencia muy agradable. Hay rincones arbolados que invitan a refugiarse del intenso calor, disfrutando de la brisa. En esos instantes puedes familiarizarte con la vida en el río, los cañones que quedaron como huella de la protección de la ciudad en  la época del pirataje; los pescadores y los botes también coloridos con amarras en la rivera.


El mochilero debe adentrarse en el poblado, para encontrarse con esta misma arquitectura decimonónica que sobrevive en viviendas, boticas y expendio de verduras, que nos hace ver que palizada es aún un pueblo, en que la gente se transporta por tierra en triciclos y por agua en cayucos.
 
 

Cómo llegar

La población es muy cálida, en su gente y su ambiente, con un acento y forma de vida que recuerda más tierras tabasqueñas que campechanas. Finalmente, el acceso es a través de la cercana ciudad de Jonuta, Tabasco.

Por su origen es un poblado lejano, aislado. Se accede desde Jonuta, que ya de por sí es una ciudad muy alejada de la capital tabasqueña (de ahí el término Pa´Jonuta!). En la terminal de Jonuta, pueden tomarse un pintoresco autobús por $10.00. Sin embargo este solo tiene tres corridas al día, a las 6:00am, 3:00pm y 6:00pm. Es más recomendable tomar un taxi colectivo que parten de la Clínica del Seguro, por $30.00. Un taxi particular puede llegar a cobrar hasta $150.00, que no es recomendable  por la distancia a que se encuentra. Los taxis colectivos parten constantemente, y en el recorrido, de aproximadamente 15 minutos de viaje, puedes admirar las rancherías y los extensos potreros.

¿Pa comer y beber?


Con gran infortunio, Palizada sigue siendo un poblado tradicionalista, de vida cotidiana, que conserva su modo de vida. Así, puedes ver excelsos edificios en la zona turística, empleados como bodegas y almacenes de varillas y carretillas. De tal forma, que solo cuenta con un restaurante y una nevería. Es todo lo que hay para el público visitante.

Si quieres tomar algo tradicional, hay vendedores en triciclo que venden desde agua de coco hasta pozol con dulces típicos de esta zona del sureste. El mercado es otra opción para encontrar comida de la región. Los letreros anuncian panuchos, suaves (que desconozco que serán), las típicas empanadas que para esta zona son fritas, y mojarra frita.

Nos quedamos un poco desencantados al no encontrar más variedad en comida y bebida para el visitante. Finalmente nos quedamos con la idea que Palizada es y sigue siendo un PUEBLO mágico.