miércoles, 2 de septiembre de 2015

Mérida, ciudad blanca

Mérida, siempre blanca, puedes recorre sus calles que respiran historia. Aún en la zona del mercado, puedes recorrer las calle repletas de comercios entre majestuosos edificios ahora abandonados o convertidos en ruinosos almacenes.


Ticul, pueblo de cerámica

Para visitar el pueblo de Ticul, tines que abordar los autobuses en la terminal de sub-urbanos. Hay salidas constantes con un precio de $50.00. Se ubica a 1hr y media de la capital. 
Es un poblado que se extiende alrededor de una imponente iglesia deprovista de aplanado que exhibe sus muros desnudos recubierto de un color que recuerda ese polvo de tierra roja.
Uno de los barrios es reconocido por el delicado trabajo de alfarería. la arcilla para este oficio es extraído de yacimientos a tres metros debajo del suelo. Actualmente se elaboran diversos utensilios moldedos o empleando el torno falso, produciéndose en los solares  y en las habitaciones de las casas. Sobresalientes son las obras de réplicas de alfarería prehispánica a precios muy cómodos.

¿Dónde refrescarse y a la vez comer?


Los huevos del cardenal
En una tranquila calle del centro de Mérida, pero alejado del bullicio céntrico, el bar El Cárdenal, atrae con los vistosos colores de un ave. Con piso de pasta tradicional y multicolor y techo de altura descomunal, esta antigua casona es desde la segunda década del siglo XX el refugio del bar El Cardenal.
Recibidos con botana de frijoles con un ligero sabor a pepita y un aderezo de crema con habanero, son algunas de las botanas que puedes probar. Pero en especial siempre llegarán a tu mesa huevos con un toque de ajo sobre una cama de arroz, que el primer propietario del lugar siempre ofrecía de forma picaresca como los huevos del cardenal. Es un lugar al que no puedes faltar, pero hazlo temprano o no encontrarás lugar.

Bar Campeche
Instalado en lo que fue el orfanato de un Convento, no puedes sino dejarte impresionar por su oscuro antecedente. Al cruzar el umbral, luces azules y verdes te sumergen en una atmósfera en que te pierdes poco a poco. Techo alto con teja afrancesada y botanas sencillas pueden acompañarte con una caguama Montejo.

Rosa mexicano y verde agua
Entre calle 53, esquina con 52, no te puedes equivocar. El Porvenir, rodeado de azulejos de cerámica y una barra circular decorada de tiestos de cerámica, se ubica en una casona antigua, con sopladores de techo para el intenso calor. Botana abundante. Desde calabaza a la mexicana hasta pepino con betabel con cilantro y cebolla, que es una delicia. Sólo ten cuidado con el habanero.

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